lunes, 7 de octubre de 2013

Los deberes no deben ser un suplicio


Tanto en el colegio como en casa es imprescindible aumentar la #motivación de nuestros pequeños escolares. 

¿Cómo? Te damos algunas sugerencias.

Además, existen pautas para mejorar su educación #emocional como te mostramos en el anterior artículo.

5-6 años: Los deberes no deben ser un suplicio
  • Un niño seguro y confiado en sus posibilidades tiene mucho camino andado.
  • Ante los primeros fallos, o las primeras malas notas, no podemos permitir que se desmotiven pensando que fracasan repetidamente.
  • Debemos inculcarles que el error forma parte del proceso de aprendizaje, y que deben sacar partido a sus fallos y hacerlo mejor la próxima vez. Siempre debemos depositar en ellos expectativas de éxito.


Transmitir entusiasmo

  • Es importante que vivan todo lo académico como algo positivo que les va a colmar de cosas buenas.
  • Les encanta que les contemos con alegría historias de cuando nosotros éramos estudiantes.
  • Conviene que nos impliquemos en sus tareas, deberes y estudios, pero no para hacérselo nosotros, sino para que vean que de verdad nos interesa e ilusiona.


Reforzar sus #logros

  • No tenemos que felicitar solo en función del resultado.
  • Es fundamental que también reforcemos el proceso: «¡Bravo, Tomás! Estás utilizando muy bien el diccionario para hacer ese ejercicio de inglés».


Planificar su tiempo

  • A veces la falta de motivación viene porque piensan que con los deberes se les va toda la tarde y no les queda ni un rato para jugar. Si les ayudamos a organizarse bien, verán que hay tiempo para todo.
  • Les anima mucho anotar sus horarios semanales y ver que aparte de programarse su sesión de cuentas o de lectura, apuntan el cumple de su vecinito o la visita a los primos.
  • Verán que con una buena organización se puede hacer todo.


Buena actitud ante las notas

  • Si las notas son muy buenas, hay que felicitarles y no caer en la tentación de pedirles siempre más: «¡Has sacado un notable, ahora a por el sobresaliente!».
  • Está bien que vean que confiamos en ellos, pero si se sienten presionados, se desmotivarán pensando que no van a cumplir nuestras expectativas.
  • Ante las malas notas, evitemos las broncas, castigos y comentarios despectivos. Es mejor ofrecerles apoyo para remontar la situación.


No a las comparaciones

  • Debemos evitar a toda costa las comparaciones con otros niños.
  • Cada uno es como es y si de forma habitual caemos en estos comentarios, estaremos dañando seriamente su motivación y su autoestima.


Juegos

¿Quién dice que aprender es algo aburrido? Podemos jugar a ver quién sabe más palabras, quién hace mejor mentalmente sumas o quién conoce más árboles.


Contratos divertidos

  • Si no hay forma de que se pongan con ilusión a hacer sus tareas, podemos establecer pactos en forma de contratos divertidos. Por ejemplo: durante una semana pegamos en una ficha que hemos hecho juntos un gomet con una sonrisa por cada día que hace sus tareas y en el tiempo fijado. Al acabar la semana, contamos los gomets y establemos un premio según el número que hayan conseguido.
  • Intentemos que las recompensas no sean solo regalos materiales; pueden ser ir al cine, cocinar su dulce favorito o montar el Scalextric el domingo. 

  • Si quieres más información sobre técnicas de estudio y aprendizaje, no dudes en ponerte en contacto con nosotros

  • Fuente: Serpadres.es