Tanto en el colegio como en casa es imprescindible aumentar la #motivación de nuestros pequeños escolares.
¿Cómo? Te damos algunas sugerencias.
Además, existen pautas para mejorar su educación #emocional como te mostramos en el anterior artículo.
- Un niño seguro y confiado en sus posibilidades tiene mucho camino andado.
- Ante los primeros fallos, o las primeras malas notas, no podemos permitir que se desmotiven pensando que fracasan repetidamente.
- Debemos inculcarles que el error forma parte del proceso de aprendizaje, y que deben sacar partido a sus fallos y hacerlo mejor la próxima vez. Siempre debemos depositar en ellos expectativas de éxito.
Transmitir entusiasmo
- Es importante que vivan todo lo académico como algo positivo que les va a colmar de cosas buenas.
- Les encanta que les contemos con alegría historias de cuando nosotros éramos estudiantes.
- Conviene que nos impliquemos en sus tareas, deberes y estudios, pero no para hacérselo nosotros, sino para que vean que de verdad nos interesa e ilusiona.
Reforzar sus #logros
- No tenemos que felicitar solo en función del resultado.
- Es fundamental que también reforcemos el proceso: «¡Bravo, Tomás! Estás utilizando muy bien el diccionario para hacer ese ejercicio de inglés».
Planificar su tiempo
- A veces la falta de motivación viene porque piensan que con los deberes se les va toda la tarde y no les queda ni un rato para jugar. Si les ayudamos a organizarse bien, verán que hay tiempo para todo.
- Les anima mucho anotar sus horarios semanales y ver que aparte de programarse su sesión de cuentas o de lectura, apuntan el cumple de su vecinito o la visita a los primos.
- Verán que con una buena organización se puede hacer todo.
Buena actitud ante las notas
- Si las notas son muy buenas, hay que felicitarles y no caer en la tentación de pedirles siempre más: «¡Has sacado un notable, ahora a por el sobresaliente!».
- Está bien que vean que confiamos en ellos, pero si se sienten presionados, se desmotivarán pensando que no van a cumplir nuestras expectativas.
- Ante las malas notas, evitemos las broncas, castigos y comentarios despectivos. Es mejor ofrecerles apoyo para remontar la situación.
No a las comparaciones
- Debemos evitar a toda costa las comparaciones con otros niños.
- Cada uno es como es y si de forma habitual caemos en estos comentarios, estaremos dañando seriamente su motivación y su autoestima.
Juegos
¿Quién dice que aprender es algo aburrido? Podemos jugar a ver quién sabe más palabras, quién hace mejor mentalmente sumas o quién conoce más árboles.
Contratos divertidos
- Si no hay forma de que se pongan con ilusión a hacer sus tareas, podemos establecer pactos en forma de contratos divertidos. Por ejemplo: durante una semana pegamos en una ficha que hemos hecho juntos un gomet con una sonrisa por cada día que hace sus tareas y en el tiempo fijado. Al acabar la semana, contamos los gomets y establemos un premio según el número que hayan conseguido.
- Intentemos que las recompensas no sean solo regalos materiales; pueden ser ir al cine, cocinar su dulce favorito o montar el Scalextric el domingo.
- Si quieres más información sobre técnicas de estudio y aprendizaje, no dudes en ponerte en contacto con nosotros
- Fuente: Serpadres.es